A pesar de la condena generalizada del plan por parte de expertos en derechos humanos y de que la Justicia guatemalteca impidiera a través de varias ordenes que el acuerdo siguiera adelante sin la aprobación del Congreso.
El acuerdo requeriría que los solicitantes de asilo que viajan a través de Guatemala con destino a Estados Unidos soliciten asilo en Guatemala en lugar de en la frontera de Estados Unidos y México. Esto afectaría principalmente a migrantes hondureños y salvadoreños.
La firma del acuerdo se realizó después de que Trump amenazara la semana pasada a Guatemala con imponer aranceles y otras sanciones, incluida una posible prohibición de ingreso a Estados Unidos para los ciudadanos guatemaltecos. Se esperan objeciones tanto en Estados Unidos como en Guatemala.
El sábado, cientos de guatemaltecos se reunieron frente a la casa presidencial para protestar por el acuerdo y exigir la renuncia del presidente, Jimmy Morales.
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