El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, advirtió el martes que Putin se estaba preparando para llevar a cabo un “ataque militar a gran escala” contra Ucrania.
Biden, dijo: “Este es el comienzo de una invasión rusa en Ucrania, como indicó [Putin] y como pidió permiso para lanzar desde su Duma. (…) Rusia ha trasladado suministros de sangre y equipos médicos a sus puestos en la frontera. No es necesario contar con suministros de sangre a menos que se planee comenzar una guerra”.
Las sanciones estadounidenses tendrán un impacto sobre instituciones financieras, la deuda soberana y élites rusas. Biden dijo que Estados Unidos “no tiene intención de luchar contra Rusia”, pero anunció que enviará a países bálticos más soldados y armamentos, incluidos aviones de combate F-35 y helicópteros Apache. El secretario de Estado, Antony Blinken, canceló una reunión prevista para el jueves con el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, y calificó las últimas medidas rusas como un “rechazo de la diplomacia”. La Unión Europea y otros países, incluidos el Reino Unido, Australia, Canadá y Japón, también anunciaron la imposición de sanciones contra Rusia. El martes, Alemania detuvo la aprobación del gasoducto Nord Stream 2. Ucrania declaró un estado de emergencia a nivel nacional y les dijo a los ucranianos que residen en Rusia que abandonen el país “de inmediato”. El presidente Volodymyr Zelensky anunció a principios de esta semana que Ucrania no cederá ningún territorio a Rusia, y está pidiendo a sus aliados que aumenten aún más la presión ejercida contra el Gobierno de Putin.
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