El canciller alemán Olaf Scholz causó revuelo con una declaración casi informal: "Mi objetivo es que financiemos los gastos de la Bundeswehr con el presupuesto general, una vez que se haya agotado el fondo especial", declaró hace unos días al periódico local Süddeutsche Zeitung.
El "fondo especial" al que se refiere son los 100 mil millones de euros establecidos hace dos años, después de la invasión rusa de Ucrania. El fondo es un préstamo especial contraído para fortalecer a las Fuerzas Armadas alemanas. Con este, se han adquirido municiones y se han encargado costosos sistemas de armamento.
Según las estimaciones actuales, es probable que ese dinero se agote en 2027.
Los expertos en Defensa del Gobierno alemán han calculado que, en lugar de los 52.000 millones de euros destinados actualmente a la defensa en el presupuesto federal, se necesitará más del doble de esa cantidad, alrededor de 108.000 millones de euros. Y ese dinero simplemente debe "ahorrarse en otra parte", según señaló Scholz en la entrevista.
Se ha debatido que el presupuesto de Trabajo y Asuntos Sociales es un sector probable en el que se realicen recortes para equilibrar el gasto en Defensa. Este año, el presupuesto allí asciende a unos 176.000 millones de euros -más de un tercio del presupuesto total- y está destinado a prestaciones sociales y de desempleo, así como a pagos de pensiones.
Eva Högl, diputada alemana del partido socialdemócrata (SPD) del canciller, es la comisaria parlamentaria del Bundestag para las Fuerzas Armadas. Ella cree que la Bundeswehr necesita mucho más dinero del que tiene ahora para poder defender al país de un posible ataque y sitúa la cifra en 300 mil millones de euros.
Consultado por DW, Roderich Kiesewetter, legislador de la oposición cristianodemócrata (CDU) dijo que "hay que dejar claro a la población que tenemos que priorizar y cambiar las cosas si queremos seguir viviendo en libertad y democracia". En ese sentido, señaló que sin seguridad, la economía se resentiría y advirtió que se impondrían restricciones mucho más drásticas al gasto público si, por ejemplo, Ucrania se termina desmoronando y millones de ucranianos tuvieran que desplazarse.
En conclusión, Kiesewetter cree que "comparar los costes de defensa con el presupuesto social es un debate fuera de lugar, dada la amenaza a la que también está expuesta Alemania".
DW