Ese mecanismo permitirá efectuar hasta cinco controles biométricos diarios de la referida población mediante reconocimiento facial y no sustituirá el uso de tobilleras electrónicas.
Durante el evento, Martinelli afirmó que la implementación del control biométrico con reconocimiento facial es fundamental y permitirá mejorar la trazabilidad, así como ahorrar en recursos humanos y financieros. También valoró que la posibilidad de agilizar las actuaciones policiales en caso de ser necesarias. Asimismo, consideró que representa un paso esencial hacia el descenso de la reincidencia delictiva y la reinserción de las personas que recobran la libertad.
Además, mencionó recientes acciones vinculadas con la incorporación de tecnología en materia policial, entre las que destacó la instalación de cuatro escáneres corporales en cárceles. Adicionalmente, sostuvo que la referida herramienta aporta “al futuro de la seguridad” y configura un cambio de paradigma.
El nuevo mecanismo, que se aplicará a personas bajo arresto o prisión domiciliaria, supone la entrega de un dispositivo electrónico celular con rastreo automático, a través del que se realizarán llamadas periódicas, durante las cuales el sujeto deberá colocar su rostro frente a la pantalla para verificar su presencia.
Si el individuo no responde a dicho pedido tras cinco minutos, se efectuará una llamada telefónica, y, de no contestar, el centro encargado del monitoreo será notificado del incumplimiento. Desde ese lugar, se podrá realizar una videollamada a la persona bajo control y, en caso de no obtener respuesta, se desplegará un operativo policial.
La implementación del referido instrumento permitirá suplantar los registros manuales por uno digital y prescindir de la presencia semanal de vehículos policiales en los domicilios de esta población. El uso de la mencionada herramienta, con la que se efectuarán hasta cinco inspecciones diarias, no sustituirá el de tobilleras electrónicas.