El proyecto de ley, denominado Ley del Superfondo Climático, exigiría a las grandes empresas de combustibles fósiles pagar, a lo largo de 25 años, 75.000 millones de dólares. Dicho monto tiene como finalidad la financiación de programas de reparación, resiliencia y protección relacionados con la crisis climática. Estas fueron las palabras expresadas por una activista que participó el martes en la sentada.
Un manifestante consultado dijo que: “Nos dirigimos hacia un Gobierno presidencial que hará todo lo que esté a su alcance para revertir cualquier progreso que hayamos logrado en materia climática y continuará con la tendencia de Estados Unidos de ser el mayor emisor de combustibles fósiles del mundo. ¡[Esto es una] vergüenza! Por eso, más que nunca, necesitamos liderazgo a nivel estatal. Pero estas últimas semanas representan una oportunidad para que nuestra gobernadora se comprometa con nuestra generación y establezca un nuevo modelo para enfrentar las catástrofes climáticas, que haga que sean las grandes empresas contaminantes las que paguen, y no los contribuyentes”.
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