En el marco del conflicto desatado por los despidos antisindicales de la empresa COLEME y a partir de distintas situaciones de tensión que se vienen desarrollando en algunas industrias del sector lácteo, la FTIL recibió este lunes en su sede, al próximo titular de la cartera de Trabajo, quien concurrió junto con integrantes de su equipo de gestión.
Juan Castillo llegó a la sede de la calle Joaquín Suárez acompañado de la futura Directora Nacional de Trabajo, Marcela Barrios y el inspector general de Trabajo, Luis Puig y fue recibido por el presidente de la FTIL, Enrique Méndez, el histórico dirigente de la Asociación de Obreros y Empleados de CONAPROLE (AOEC), Luis Goichea, y decenas de dirigentes de sindicatos integrantes de la FTIL.
La FTIL le entregó a las nuevas autoridades un documento en el que se detallan la realidad del sector, los distintos conflictos y las reivindicaciones generales de cara al futuro, como la reducción de la jornada laboral sin pérdida de salario, una nueva ley de lechería que contemple la participación de los trabajadores en el Instituto Nacional de Lechería y la ratificación del decreto 158 de la OIT, entre otras.
En su intervención central, el dirigente nacional de la FTIL y también integrante del Secretariado Ejecutivo del PIT-CNT, Enrique Méndez, sostuvo que "el sector no está en crisis" y fundamentó su afirmación en el aumento exponencial de remisión de litros de leche que en los últimos años ha superado el récord histórico, y recordó que CONAPROLE es la empresa uruguaya que recibe el reconocimiento del Banco República como mayor exportadora del Uruguay y se consolidó como la principal exportadora de lácteos de América Latina. "Sólo CONAPROLE exporta a más de 400 clientes en 79 países", reseñó Méndez quien además subrayó que varias empresas han realizado inversiones de "cientos de millones de dólares", en ocasiones, para construir oficinas destinadas a personal gerencial. "Es elocuente la forma en la que el dinero se destina a lujos de pocos, y no pensando en la necesidad de desarrollo productivo territorialmente responsable", sostiene la FTIL.