Scholz calificó el ataque de "violencia sin sentido” y "crueldad inimaginable”, dado que muchos civiles y sus casas fueron alcanzados. También destacó que "toda una ciudad entera sin instalaciones militares fue destruida”.
"Al igual que Bucha, Irpin se convirtió hace mucho tiempo en un símbolo de la inimaginable crueldad de la guerra rusa, de la violencia sin sentido. La destrucción brutal de esta ciudad es un recordatorio: esta guerra debe terminar", escribió el líder alemán en su cuenta de Twitter.
DW