La reforma que transformará en una sola a las piscinas abiertas de Termas de Almirón se ha retrasado con respecto a las previsiones originales y para los operadores turísticos locales hay riesgo de que no se llegue a tiempo para el inicio de la temporada.

El presidente de la Asociación de Operadores Turísticos, Leopoldo Rodríguez, entiende que hubo falta de previsión de parte del Municipio de Guichón, del que depende el complejo turístico, al desarmar las piscinas sin asegurarse de que se contaría con todos los insumos necesarios para completar los trabajos. Afirmó que “es una irresponsabilidad de parte de la Alcaldía haber desarmado todo, una cosa que no la vamos a tener. La temporada alta de termas, en este centro termal, es enero y febrero”.

El alcalde Martín Álvarez reconoció el retraso, que atribuyó a los temas administrativos propios del mecanismo de compras y aunque no comprometió plazos se mostró más optimista respecto a contar con la nueva piscina en enero. Por otra parte defendió la realización de obras en el centro termal, recordó que hace 24 años que no realizan obras allí y anunció que se seguirán haciendo “muchas más” y “trascendentales”.

El Telégrafo