El 2 de marzo, el CICR donó alimentos, artículos de higiene y artículos para niños a más de 4.000 personas desplazadas de sus hogares y que viven en albergues en la ciudad de Mariupol, ciudad del sureste de Ucrania. A medida que aumenta el número de muertos y heridos, el CICR busca intensificar su respuesta humanitaria.

“Somos mi familia y yo: mi nuera, mi hijo, mi hija y mi abuela. Ahora estamos en el dormitorio. Huimos del área de Artana bajo explosiones de bombas. Los proyectiles cayeron directamente sobre nuestras cabezas, así que nos escapamos con lo que traíamos puesto hasta el sótano. Necesitamos todo ahora. Estamos usando lo que la gente amable y la Cruz Roja nos dieron. En este momento, tenemos una gran necesidad de medicamentos y productos de higiene”, dijo Nataylia, que se encuentra en un albergue para 100 personas en el centro de Mariupol.

La situación es increíblemente tensa, peligrosa y angustiosa para las personas. Muchas no tienen agua, electricidad y conectividad telefónica mínima. La primera preocupación es por sus familias, las personas están tratando desesperadamente de comunicarse con sus familiares, pero la conectividad a Internet es muy mala. Las personas buscan seguridad en los refugios, a menudo durante horas y horas.

Nuestros equipos están presenciando muchos combates de calle en calle, incluso cerca de donde vive y trabaja el personal del CICR. La mayoría de las tiendas, si no todas, están cerradas, lo que significa que los ciudadanos comunes tienen grandes dificultades para comprar artículos. Las necesidades humanitarias crecen por momentos y los equipos del CICR están haciendo todo lo posible para mitigar el impacto del conflicto en la población civil.

“Hemos estado aquí desde el primer día que empezaron a bombardear. Tengo siete hijos, estoy sola. Vinimos aquí sin nada. Recibimos ayuda aquí. Necesitamos comida, ropa, pilas y todo lo necesario para el día a día. Estaremos agradecidos por cualquier ayuda que nos puedan ofrecer”, dijo Yulia, madre de siete hijos de un albergue en Mariupol.

Los equipos de la Cruz Roja que actúan sobre el terreno ya ven que la última intensificación desencadena nuevos desplazamientos. Podemos ver que las necesidades de emergencia serán significativas y completas, incluidas las necesidades médicas, agua, alimentos, refugio y las necesidades de las personas. La distribución actual de ayuda a los civiles en Mariupol representa solo una gota en el océano de lo que se necesita.