Los funcionarios de salud pública de China advierten que los casos de COVID-19 se están propagando rápidamente en el país y que no hay ningún signo que indique una probable disminución de los contagios, luego de que las autoridades chinas abandonaran la política de “cero COVID” que habían mantenido durante mucho tiempo.
Investigadores estiman que unos 800 millones de personas en China, o alrededor de una décima parte de la humanidad, podrían contraer el coronavirus en los próximos 90 días.
Varios modelos predicen que más de medio millón de personas podrían morir a causa de la enfermedad.
La población de China sigue siendo especialmente vulnerable a un aumento drástico de los casos en los meses de invierno, porque pocas personas han estado expuestas a la COVID-19.
También existen preocupaciones sobre la efectividad de las vacunas que se producen en China, que se basan en desarrollar formas inactivadas del virus. La tecnología de dichas vacunas ha demostrado brindar menor protección que las vacunas de ARN mensajero ampliamente utilizadas en otros países.
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