Viernes, 08 Noviembre 2024 10:54

Marcelo Abdala: "la seguridad social sea un derecho humano"

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El presidente del PIT-CNT, Marcelo Abdala, afirmó que, «en un marco de respeto irrenunciable a la democracia», el movimiento sindical ha asumido un «compromiso de honor para defender la vida», el derecho a jubilarse a los 60 años, el aumento de las jubilaciones mínimas y la eliminación del lucro financiero en la seguridad social.  

Abdala expresó la disposición del PIT-CNT para participar en un diálogo social para lograr los cambios necesarios, porque la Ley 20.130 «es un ajuste fiscal encubierto».

Este jueves 7 de octubre, la Mesa Representativa del PIT-CNT realizó una primera evaluación del plebiscito sobre la reforma de la seguridad social. Tras la reunión, el presidente de la central sindical, Marcelo Abdala, ofreció una rueda de prensa en la que informó que, por unanimidad, la Mesa Representativa respaldó la decisión del Secretariado Ejecutivo del PIT-CNT. Esta decisión, en consonancia con la Comisión Nacional Afirmá tus Derechos, reconoce que no se logró el objetivo de obtener la mitad más uno de los votos a favor de las tres medidas cautelares impulsadas para la enmienda constitucional.

Abdala también agradeció a la ciudadanía y a la militancia que, “de manera muy plebeya, desde abajo, en forma comprometida, tuvo que enfrentarse a los principales sectores del poder económico y mediático, los cuales desarrollaron una campaña para atemorizar a la población”.

En la resolución de la Mesa Representativa, se destaca que “casi un millón de ciudadanos respaldaron una propuesta del movimiento sindical, lo cual invalida cualquier cuestionamiento a la representatividad del PIT-CNT”, afirmó Abdala en rueda de prensa en la sede de la central sindical.

“En el marco de un respeto irrenunciable a la democracia, el movimiento sindical ha asumido un compromiso de honor para insistir, a través de los medios que estén a su alcance, en la defensa de la vida, del derecho a jubilarse a los 60 años, de aumentar el valor de las jubilaciones mínimas y de eliminar el lucro financiero en la seguridad social”, subrayó.

Aunque antes del plebiscito el Frente Amplio había dado libertad de acción a sus votantes, tras los resultados del 27 de mayo, el candidato presidencial de la izquierda, Yamandú Orsi, manifestó la importancia de escuchar a ese porcentaje de la población que votó a favor de la papeleta, lo cual Abdala consideró una señal “positiva” para la democracia. También resaltó la relevancia de que, en medio de la campaña electoral, se haya incorporado el debate sobre la seguridad social desde la perspectiva de los trabajadores.

“En este momento, rumbo al balotaje, observamos que se están adoptando algunos elementos que tienen puntos de contacto con la papeleta que impulsamos, y esto es auspicioso y positivo. Más aún si se generan las condiciones para un diálogo social que promueva cambios importantes, porque la Ley 20.130 es absolutamente perjudicial para la enorme mayoría del pueblo trabajador”, enfatizó.

Abdala añadió que el planteo del movimiento obrero «es permanente: podrán cambiar los métodos o las formas, pero si finalmente se convoca a un diálogo social en el país, el movimiento sindical será uno de sus protagonistas». En este sentido, aseguró que “se ha hecho una contribución muy importante a la democracia, y no es un planteo de carácter unilateral”.

Recordó que en el acto del pasado 1º de mayo, la central sindical advirtió sobre el aumento en la cantidad de personas que ganan menos de 25.000 pesos, cifra que pasó de 450.000 a 550.000 trabajadores. En ese contexto, se planteó la necesidad de un diálogo social para desarrollar una estrategia nacional de crecimiento. “En aquel acto también se habló de la importancia de recrear las condiciones para una política industrial del siglo XXI, de mejorar la capacidad de planificación estratégica del Estado, de reducir la jornada laboral sin disminución salarial, de implementar medidas tributarias para mejorar la eficiencia en la recaudación, de avanzar hacia la justicia tributaria, y de que los sectores más pudientes de la población contribuyan más al bienestar público”.

“El movimiento sindical, respaldado por este casi millón de voluntades, tendrá un rol activo en la construcción de un modelo de desarrollo directamente vinculado a los intereses de la gente”, subrayó.