Durante su intervención, el comunicador recordó que este domingo se llevarán a cabo en su país las elecciones legislativas, circunstancia que dio pábulo a Mujica para reflexionar acerca del funcionamiento del sistema parlamentario en general.

El exmandatario consideró que en Uruguay “y en algunos otros países, por fotos que me han llegado” existe una “enfermedad” que queda en evidencia cuando “el Parlamento discute y los señores parlamentarios están mucho más pendientes de sus teléfonos particulares que de lo que se está diciendo” en la sala.

Esta situación alcanza ribetes de “falta de respeto intelectual” cuando “en las comisiones se llama a los ministros y “parece que los señores legisladores están más pendientes de sus amigos o quien fuere (vía celular) que de las palabras del interlocutor que convocaron”.

Esta situación ería causa y consecuencia de la calidad actual del debate político, sobre la que fue gráfico: “es para ponerse a llorar”, dijo.

Sobre ese debate, Mujica recordó que “no se trata de estar de acuerdo” en todo sino de mantener una discusión abierta y de calidad, algo que “ayuda a combatir el fanatismo”.

“Es mucho más fácil mantener una posición cerrada a cal y canto que tener que revisar permanentemente lo que uno piensa, ante los argumentos de un adversario político de calidad que nos muestra una parte de la realidad que no veíamos. Eso ayuda a la humildad intelectual y al progresivo aprendizaje”.

Por ello, Mujica lamentó que el debate parlamentario se convirtiera en una situación donde “cada uno da su perorata y después no escucha al otro porque habla por teléfono” con terceras personas. “Es un diálogo de sordos”, resumió.

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