En un acto para celebrar el Día Mundial del Medio Ambiente, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva sancionó el lunes (5), con vetos, la medida provisional (MP) transformada en ley que flexibiliza la tala de la Mata Atlántica, uno de los biomas más amenazados del país.
Conocida como “MP de la Mata Atlántica” y promulgada por el gobierno anterior, el texto también ampliaba en 180 días el plazo para que los propietarios rurales se adhirieran al Programa de Regularización Ambiental (PRA).
El texto parcialmente vetado por Lula modificaba la Ley de la Mata Atlántica para permitir la deforestación de áreas donde se implantarán líneas de transmisión eléctrica, gasoductos o sistemas públicos de abastecimiento de agua, sin necesidad de estudio previo de impacto ambiental ni indemnización de ningún tipo. Asimismo, determinaba apenas el espanto de animales salvajes en estos casos, sin la necesidad de capturarlos, recogerlos y transportarlos a áreas seguras. También permitía, entre otros puntos, que la vegetación secundaria en un estado medio de regeneración pudiera ser talada con fines de utilidad pública incluso cuando existiera una alternativa técnica o de otro tipo para el emprendimiento. Todos estos puntos, según la Presidencia, fueron vetados. Ahora, el Congreso Nacional tendrá que analizar los vetos, que pueden ser revocados por mayoría simple de votos de los miembros de las dos cámaras legislativas.
Durante el evento, Lula también firmó seis decretos para el área ambiental. Entre ellos está el que crea la Comisión Interministerial sobre el Cambio Climático, con el objetivo de acompañar la implementación de las acciones y políticas públicas en el ámbito del Poder Ejecutivo federal sobre la Política Nacional de Cambios Climáticos (PNMC).
También estableció el Consejo Nacional para la 30ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP30), que se celebrará en la ciudad de Belém en 2025. El colegiado deliberará sobre cuestiones de infraestructura, logística y organización, además de promover el diálogo del gobierno con otros órganos y entidades de las entidades federadas y de la sociedad civil.
En su discurso durante el evento, la ministra de Medio Ambiente y Cambio Climático, Marina Silva, destacó el aumento de la participación popular en las discusiones sobre temas ambientales, a través de la reactivación de los consejos de participación social, y habló sobre el carácter geopolítico central que tiene hoy la cuestión.
"La importancia estratégica que tiene la cuestión medioambiental en nuestro Gobierno consiste en situar la protección social y el tema del cambio climático en el centro de nuestras prioridades y actividades. Va más allá de ser un compromiso ético y civilizatorio. Es también el mayor activo que Brasil tiene para insertarse en el mundo, atraer inversiones, crear empleos y volver a ser protagonista en la solución de los grandes desafíos globales. Este es el camino que nos lleva a la entrada del siglo XXI por la puerta grande."
Agencia Brasil