Según el mandatario, no trabaja para complacer a sectores específicos, sino para crear condiciones de trabajo para todos los brasileños, incluido el agronegocio. Lula mencionó que el sector se benefició mucho en sus gobiernos anteriores, con recursos y condiciones crediticias.
"Tengo noción de lo que hemos hecho, tengo noción de que su problema con nosotros es ideológico, no es un problema de tener más dinero en el Plan Safra. Vamos a hacer un buen Plan Safra porque queremos que la agricultura brasileña siga produciendo, siga plantando cada vez más para poder exportar cada vez más", dijo Lula. "Lo que está en juego es recuperar la capacidad productiva de este país y aumentar esa capacidad productiva sin deforestación ni quemas en la Amazonia", agregó.
De acuerdo con el presidente, es necesario recuperar los 30 millones de hectáreas de tierras degradadas para "duplicar nuestra producción agrícola".
Lula instó al sector a actuar con racionalidad para que la política internacional del país no se vea perjudicada. Recordó que ayer (14) el parlamento de Francia rechazó el acuerdo Mercosur-Unión Europea (UE) porque quiere un cambio en la actitud de Brasil respecto a la agricultura. Aprobado en 2019 después de 20 años de negociaciones, el acuerdo Mercosur-UE debe ser ratificado por los parlamentos de todos los países de ambos bloques para entrar en vigor. Un proceso que involucra a 31 naciones.
"Es necesario que seamos conscientes de la racionalidad que debe prevalecer en nuestra política internacional. Ayer, el parlamento francés dijo que no va a votar el acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea debido a la cantidad de veneno utilizado en los productos agrícolas brasileños. Es importante tener en cuenta que ser racional, cuidar de una agricultura de buena calidad es una necesidad competitiva de Brasil para China y Francia, para Estados Unidos y Alemania, y así es como quiero tratar al agronegocio", afirmó Lula.
Asimismo, destacó que el cuidado del gobierno también incluye a los pequeños productores rurales que cultivan los alimentos que llegan directamente a la mesa, mencionando el establecimiento de una política de precio mínimo para la producción. "Esta gente también debe ser tratada con mucho respeto, porque si uno en el agronegocio tiene un valor extraordinario para producir commodities que exportamos, el otro tiene una valentía extraordinaria para cultivar lo que vamos a comer", dijo.
Agencia Brasil