La decisión se enmarca en la declaración de emergencia agropecuaria producto de la sequía extrema que afectó a gran parte del país desde setiembre del año pasado.
Al respecto, Mattos alertó acerca de efectos acumulados, porque a la sequía extrema se suma la caída de precios internacionales en el último año, la crisis del agua en el centro y sur del país durante los últimos meses y el dólar bajo.
Según el último reporte del Banco Central, la economía uruguaya cayó 1,4% en el segundo trimestre de 2023 respecto al primer trimestre del año; y 2,5% si se compara con el segundo trimestre de 2022.
En particular la sequía hizo que la caída del producto fuera mucho más pronunciada en el sector agropecuario: 27% menos según el informe del Banco Central.
El ministro Mattos dijo este martes en el programa Arriba Gente de canal 10 que las pérdidas en el sector agropecuario superan “los 1.800 millones de dólares”.
“Y más de 1.000 millones son por la cosecha de verano, son muchos millones de toneladas que dejaron de cosecharse”, advirtió.
En cuanto al apoyo a los productores (que continuará hasta fin de año) Mattos dijo que en total se invirtieron “unos 100 millones de dólares” para paliar los efectos de “la sequía y la crisis hídrica”.
“Frente a situaciones extraordinarias la respuesta del gobierno fue adecuada”, aseguró el ministro.
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