Días después que un miembro de una milicia blanca de 17 años de edad matara a dos manifestantes. Al menos mil efectivos de la Guardia Nacional fueron desplegados en Kenosha durante las manifestaciones realizadas el fin de semana. Han surgido informes que sostienen que presuntos agentes federales no identificados “removieron” a manifestantes de las calles antes de detenerlos sin explicarles bajo qué cargos.

Cuando un periodista en el estado de Nuevo Hampshire le preguntó al respecto el viernes, el presidente Donald Trump habló acerca del tiroteo contra Jacob Blake, defendiendo al policía que le disparó.

El mandatario sostuvo: “Las personas pueden cometer un error. Eso no quiere decir que sean malas personas, [los agentes] se pusieron nerviosos”. Trump tiene programado visitar Kenosha el martes, incluso después de que el gobernador de Wisconsin, Tony Evers, le pidiera el domingo que lo reconsiderara. En una carta, Evers escribió: “Me preocupa que su presencia solo obstaculizará nuestra sanación. Me preocupa que su presencia solo retrasará nuestros esfuerzos para superar la división”.

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